El instrumento principal de todo coach es, sin lugar a duda, el hacer preguntas. Formular preguntas acertadas que le permitan al cliente desarrollar pensamientos positivos y siempre inclinados a la evolución. En el siguiente artículo vas a conocer datos interesantes sobre esta poderosa herramienta de cambio al descubrir qué preguntas hacer en una sesión de Coaching. 

El coach y su habilidad para preguntar 

En las conversaciones que se llevan a cabo entre el coach y el cliente, principalmente se mantiene la confianza, la confidencialidad y el respeto mutuo.

Todo coach de excelencia está en la capacidad de hacer preguntas poderosas, esas que permitan identificar aquellos obstáculos que interrumpen el logro de resultados por parte del cliente y además, le ayuden a encontrar nuevas formas de actuar. 

Una de las bases de las sesiones de Coaching es precisamente esa: el arte de hacer preguntas. Pues a través de ellas podemos profundizar en el pensamiento del cliente, sus objetivos y qué es lo que le impide alcanzarlos. 

Las conversaciones se desarrollan de una forma amena y durante cada sesión, las preguntas se van conectando de tal forma que el cliente logre darse cuenta de sus habilidades, recursos, acciones y entorno. Asimismo, para que se abra a la posibilidad de cambio y aprenda a tomar decisiones más precisas.

Las preguntas acertadas 

Para que una pregunta sea acertada debe ser realizada dentro de un contexto, tener una intención clara y responder a la interrogante: “¿Qué podría conseguir con esta pregunta?”.

El objetivo es conducir al cliente a encontrarse a sí mismo, por lo tanto, un coach debe saber qué tipo de preguntas puede hacer, cómo formularlas y qué va a conseguir con cada una de ellas.

El enfoque de las preguntas acertadas o también llamadas preguntas poderosas, es encontrar nuevas alternativas y soluciones para el cliente. Se hacen con el fin de que reflexione y actúe de una manera distinta a como lo ha venido haciendo.

Algunas de sus características, es que son preguntas abiertas porque se le da la oportunidad al cliente de que pueda pensar y explorar distintas respuestas, y que sean éstas las que lo ayuden a tomar acciones para lograr sus objetivos. 

Preguntas abiertas 

La finalidad de este tipo de interrogantes es que el cliente piense por sí mismo y responda aportando sus ideas. Son altamente eficaces para generar cambios y promover las reflexiones.

Las preguntas abiertas inician con: ¿Dónde?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿cuál?, ¿qué? y ¿para qué?.

Preguntas cerradas 

Limitan al cliente a responder al margen del “sí, no, tal vez”. Sin embargo, a pesar de que generan respuestas cortas, claras y precisas, son muy útiles para que el coach pueda verificar la información.

Por ejemplo: ¿Puedes decidir hoy cuándo vas a realizar la actividad? 

Preguntas por fase y contexto

De acuerdo a la fase y el contexto de la conversación, existe una serie de preguntas que le ofrecen al coach una guía para desarrollar su habilidad de generar interrogantes.

Están las preguntas para iniciar sesión, de conexión, para valorar, para clarificar, para buscar información, entre otras.

Las distintas interrogantes

Como coach, al hacer una pregunta puedes utilizar distintas interrogantes que van a generar diferentes pensamientos y conducirán a lugares específicos. Fíjate en estos sencillos ejemplos:

1.- Preguntas que inician con la interrogante: ¿Dónde?

Dirigen la atención hacia dónde se puede generar resultado. Ejemplo: ¿Dónde crees que sea el mejor lugar para llevar a cabo la actividad?

2.- Preguntas que inician con la interrogante: ¿Cómo?

Encuentran estrategias y recursos disponibles. Ejemplo: ¿Cómo te gustaría hacerlo?

3.- Preguntas que inician con la interrogante: ¿Cuándo?

Reconocen evidencias y generan compromiso. Ejemplo: ¿Cuándo vas a dar el primer paso? 

4.- Preguntas que inician con la interrogante: ¿Cuál?

Enfocadas en analizar y elegir entre las distintas posibilidades. Ejemplo: ¿Cuál es tu opinión al respecto? 

5.- Preguntas que inician con la interrogante: ¿Qué?

Aclaran ideas y centran la atención en avanzar. Ejemplo: ¿Qué te gustaría hacer ahora?

6.- Preguntas que inician con la interrogante: ¿Para qué?

Identifican objetivos. Ejemplo: ¿Para qué quieres obtener ese trabajo?

La pregunta poco útil: “¿Por qué?”

Esta es la interrogante menos útil y por lo tanto, no se considera una pregunta poderosa.

Cuando le preguntas a alguien el por qué de algo, su respuesta estará enfocada en justificar una acción.

Las preguntas que inician con esta interrogante aportan muy poca información de utilidad, además de que pueden poner al cliente a la defensiva porque son vistas como una forma de crítica o acusación directa.

Espero que este material se convierta en una guía oportuna que despeje tus inquietudes con respecto a qué preguntas hacer en una sesión de Coaching. Si tienes el interés de iniciarte en la disciplina del Coaching y conocer qué necesitas para convertirte en un coach de excelencia, la información la encuentras aquí.

Equipo ACP ACADEMY